Marta fue golpeada con un cenicero en la habitación que su presunto asesino tiene en casa de su hermano. Luego limpió a fondo esa habitación y trasladó su cuerpo hasta el río en un coche que condujo Samuel, su principal cómplice. Tras las primeras confesiones y conforme se van practicando más detenciones vamos conociendo más detalles de la desaparición y asesinato de la joven Marta del Castillo.
Tanto Miguel como Samuel llegaron a participar en la búsqueda de Marta. Formaron parte de la pegada de carteles e instaron a la movilización a través de la red social Tuenti. Pero luego fueron detenidos. Miguel era sospechoso desde el primer momento. Pero no confesó hasta que la policía le mostró una prueba irrefutable de su implicación: puede que el cenicero o la silla de ruedas. Esa primera confesión dio lugar a otras -la de J.G.M., un chico de 15 años, también de la pandilla, y Javier, el hermano de Miguel- y a nuevos datos.
Marta del Castillo, de 17, años, y Miguel Cárdaño, de 20, habían sido pareha durante algo más de un mes, hace ya dos años. Pero se seguían viendo. La noche del 24 de enero Miguel la dejó en el portal de su casa sobre las 21.30 horas. Eso ha dicho. Pero la familia ya desconfiaba de él.
Posteriormente, Marta acompañó a Miguel hasta su casa, donde residía con su hermano Javier, ahora detenido. Sin embargo, la mayor parte de los días los pasaba en casa de su nueva novia, Rocío, de tan solo 14 años de edad.
Sin embargo, esa noche Miguel no regresó a la casa de su actual pareja, sino que fue a su piso con Marta. Allí discutieron. Hasta los vecinos reconocen haber escuchado gritos. Entonces, Miguel agarró un objeto contundente, supuestamente un cenicero, y golpeó con él a la chica.
Tras ser consciente de lo ocurrido. Miguel llamó a su amigo Samuel Benítez, quien también frecuentaba la pandilla de Marta. Había matado a Marta y no sabía cómo deshacerse del cadáver, le dijo.
Los dos jóvenes metieron a Marta en el coche de la madre del menor de 15 años imputado. La llevaron hasta un puente peatonal desierto a aquellas horas de la noche. Desde la pasarela tiraron el cuerpo de Marta al Guadalquivir.
Ahora los efectivos la buscan en el río, peinándolo palmo a palmo. Sólo la autopsia de su cadáver podrá determinar si la chica murió de aquel fatídico golpe que le asestó Miguel o seguía viva cuando él y Samuel la arrojaron al río.MV
Marta del Castillo, de 17, años, y Miguel Cárdaño, de 20, habían sido pareha durante algo más de un mes, hace ya dos años. Pero se seguían viendo. La noche del 24 de enero Miguel la dejó en el portal de su casa sobre las 21.30 horas. Eso ha dicho. Pero la familia ya desconfiaba de él.
Posteriormente, Marta acompañó a Miguel hasta su casa, donde residía con su hermano Javier, ahora detenido. Sin embargo, la mayor parte de los días los pasaba en casa de su nueva novia, Rocío, de tan solo 14 años de edad.
Sin embargo, esa noche Miguel no regresó a la casa de su actual pareja, sino que fue a su piso con Marta. Allí discutieron. Hasta los vecinos reconocen haber escuchado gritos. Entonces, Miguel agarró un objeto contundente, supuestamente un cenicero, y golpeó con él a la chica.
Tras ser consciente de lo ocurrido. Miguel llamó a su amigo Samuel Benítez, quien también frecuentaba la pandilla de Marta. Había matado a Marta y no sabía cómo deshacerse del cadáver, le dijo.
Los dos jóvenes metieron a Marta en el coche de la madre del menor de 15 años imputado. La llevaron hasta un puente peatonal desierto a aquellas horas de la noche. Desde la pasarela tiraron el cuerpo de Marta al Guadalquivir.
Ahora los efectivos la buscan en el río, peinándolo palmo a palmo. Sólo la autopsia de su cadáver podrá determinar si la chica murió de aquel fatídico golpe que le asestó Miguel o seguía viva cuando él y Samuel la arrojaron al río.MV
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