JOSÉ L. GARCÍA.
SEVILLA
Publicado Jueves, 16-04-09 a las 07:10
«El Cuco», uno de los cinco imputados por la desaparición y muerte de Marta del Castillo, tendrá que quedar en libertad a mediados de noviembre si antes no ha sido juzgado por los hechos de que se le acusa, en virtud de la Ley del Menor, que le afecta en su integridad.
Según señalaron ayer fuentes judiciales, la mencionada normativa es taxativa en el artículo 28 en lo que respecta al tiempo en que un menor puede permanecer internado preventivamente en un centro cerrado; y este tiempo es de seis meses, prorrogables por otros tres más.
Para entonces, o «el Cuco» ha sido juzgado o tendrá que quedar libre a la espera de un juicio en el que uno de los principales escollos es la localización del cadáver de Marta, ya que sólo su estudio forense podrá confirmar las causas de la muerte y si en la misma participaron una o más personas.
«El Cuco», al igual que Miguel Carcaño y Samuel Benítez, ha mantenido ante el juez instructor, una versión distinta a la que sostuvo ante la Policía, tras su detención.
Entonces, el menor admitió haber ayudado a Miguel y a Samuel a deshacerse del cuerpo de Marta, para lo que puso a disposición de ellos el coche de su madre, que Samuel —según aquella confesión— habría conducido hasta la pasarela de Camas, desde la que arrojaron el cuerpo. Con posterioridad, el menor rectificó su primera declaración y aseguró al juez que todo se lo había inventado a partir de lo que había ido escuchando en la televisión.
Lo que no esperaba «el Cuco» es que Miguel Carcaño lo incriminara al dar su tercera versión de los hechos y asegurara que fue él,precisamente, quien dio muerte a Marta, estrangulándola con el cable después de haberla violado junto con Miguel, para lo que éste la habría intimidado con una navaja.
El cambio de versiones de los imputados —Samuel también se desdijo y aseguró que su declaración ante la Policía había sido obtenida con malos tratos— es precisamente uno de los elementos que puede beneficiarlos a todos si no aparece el cadáver de Marta. Sin el cuerpo de la joven, la instrucción se ralentiza y el tiempo avanza en beneficio de los imputados, pero sobre todo del menor, a quien los dos años —prorrogables— de prisión provisional de los demás se le quedan reducidos a nueve meses.
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